«La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora tendrá, pues, dos momentos distintos aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación» Paulo Freire
Xavier Uriel Ariza OjedaDocente en Etica y Valores Humanos
Licenciada en Educación Religiosas
Sandra Silva Barandica
Normalista Superior
"el amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia no es presumido ni orgulloso; no es grosero ni egoista no se irrita no toma en cuenta el mal; el amor no se alegra de la verdad.
Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera"
(1 de corintio 13 4-7)